Sin olvidar que muy frecuentemente, inevitablemente, va a haber que llegar a la más penosa de las actuaciones, como es el despido. Y cuando esto ocurra, que la empresa/empleador tenga toda la seguridad de que se ha actuado con el mayor respeto a la legalidad y con todas las razones y motivos que garanticen una decisión justa y a la vez económicamente lo más conveniente para ella. Es esencial evitar acciones repentinas, “en caliente”, puesto que estas, por norma general, derivan en consecuencias negativas, tanto económicamente como de imagen para la compañía, como humanas para el trabajador. Se va a deber actuar siempre y en todo momento con total cobertura legal, minimizando el impacto económico y humano lo más posible y eso es lo que le ofrecemos en nuestro despacho con tu letrado laboralista.